La IX edición de la Carrera de las Murallas contó con un espectacular ambiente deportivo en el que se volvió a implicar todo el municipio. Los cambios de recorrido han marcado las dos competiciones
Amanecía nublado en Cuéllar después de días y días seguidos de sol y buenas temperaturas; no acompañaba el tiempo para uno de los días más movidos en la villa, el domingo de la Carrera de las Murallas. Llovizna y una sensación térmica poco agradable iba a incomodar a los corredores, pero al mal tiempo, buena cara: la que pusieron los atletas al oír el pistoletazo de salida en San Francisco, bajo el arco de meta.
San Francisco se fue llenando de corredores a los que el mal tiempo no iba a afectar. Provistos de cortavientos y toda la equipación necesaria, los atletas fueron llenando la línea de salida con los ánimos para completar una prueba dura pero muy gratificante. Puntuales, los corredores de la IX edición de la Carrera de las Murallas escucharon la salida en presencia del alcalde de la localidad y de todo el público que no quiso perderse uno de los acontecimientos deportivos del año en la localidad.
La IX edición llegaba con novedades, cambios de recorrido que iban a marcar las dos modalidades, tanto la de 5.000 metros como la de 10.000. Los primeros realizaron dos vueltas a un circuito de 2,5 kilómetros que abarcó desde el Pabellón hasta la zona centro de Cuéllar. Caras de esfuerzo comenzaban a verse hasta que los más rápidos completaron el recorrido en menos de media hora, marcas que para muchos son todo un récord en sí. Por su parte, los de 10 kilómetros continuaron su recorrido, más complejo y con un esfuerzo notable de los voluntarios que esta vez tuvieron que concretar; los ciclistas del Club MTB Correcaminos, siempre dispuestos a ayudar, se identificaron como 5k y 10k para que los corredores no tuvieran pérdida en esta edición.
Los cambios han contado con opiniones muy dispares, con la sensación de que aunque el trazado se haya suavizado, la dureza sigue siendo marca de la Carrera de las Murallas de Cuéllar. Esfuerzo y superación son los valores que más se vieron desde la salida hasta la meta, momento que muchos escogieron para dedicar su carrera al cielo, entrar de la mano de compañeros y mostrar que el reto estaba conseguido.
Las buenas marcas han sido un año más los resultados de una prueba competitiva que deja entrever más la deportividad que la competición. Pero los récords volvieron a sorprender, ya que Eduardo Esteban, asiduo a la prueba desde Mata de Cuéllar, volvió a hacerse con el primer puesto en la categoría de 5 kilómetros, superándola en 16:13 minutos. Tres segundos después cruzaba la meta Hugo Tardón, y a los 17:56 lo hacía Alejandro Martín López, desde Boceguillas. En la modalidad femenina, Adriana Aguado cruzaba la meta a los 22:36 minutos. Jessica Sanz y Cecilia Arenla la siguieron a los 24:54 minutos, unas marcas dignas de reconocimiento. Para los de 10 kilómetros, elaamrcador sorprendía al público más aún; Antonio Amilcar Perea, desde Arenas de San Pedro, completó el circuito en 33:35 minutos. Le siguió Mohamed Aloumat Ben Ali, solo unos segundos después, a los 33:44 minutos. En tercera posición, Miguel Ángel Castaño Pastor, pocos segundo después. La primera mujer en cruzar la meta de los 10.000 metros fue Elena González a los 44:26 minutos, seguida de la local María del Carmen Riesgo, a los 46:44 minutos. Sole Robles Ortega se hacía con el tercer puesto de la general, a los 47: 26 minutos.
A su llegada, un público incansable animó la entrada por la meta, aunque en varios momentos se hizo notar la lluvia, que a intervalos, incomodó a los corredores en varios puntos, e hizo sacar el paraguas a los espectadores. Momentos después luciría el sol para animar la salida de los más pequeños. La Carrera de las Murallas tiene muchos objetivos pero si uno queda patente es el de hacer cantera. El Club Atletismo Cuéllar, que además de esforzarse en una organización óptima mueve el atletismo durante todo el año, vela por que esta sea la oportunidad perfecta de que los niños se inicien en la competición. Siempre desde el ambiente más sano y promoviendo la deportividad, las categorías inferiores son un espectáculo para los espectadores que se acercan hasta San Francisco. Antes que ellos hicieron su carrera los cadetes, muchos de ellos miembros activos ya del Club de Atletismo y del Club Triatlón Cuéllar; aunque todavía sean categoría menor, llegan pisando los talones a los adultos. sus carreras dejaron claro que la generación que servirá de relevo augura un futuro brillante a ambos clubes en la localidad. Finalmente y para concluir la Carrera de las Murallas 2020, la categoría de chupetines, con niños 2 y 3 años corriendo un pequeño circuito, hizo las delicias de la organización y del público.
Destaca en Cuéllar la colaboración, que aunque cuesta arrancar, siempre se consigue gracias al empuje de todos los vecinos vinculados con el atletismo. Igualmente, los colaboradores que de muchas maneras consiguen que este día luzca. Los voluntarios en cada cruce, así como en la entrega del avituallamiento, que este año contó hasta con fresas de viveros El Pinar, hacen que para los que se desplazan a correr a Cuéllar cada primer domingo de marzo, quieran volver. Todavía quedan retos y puntos a mejorar en la Carrera de las Murallas, pero la evolución es notable y constante en cada edición. La intención de suavizar trazado sí ha dado resultado, con más inscritos en la modalidad de 5 kilómetros y una cifra final que deja muy contentos a los organizadores.
Satisfechos desde el club, con esa altísima participación que ha rozado los 600 participantes sumando todas las categorías, cierra una edición que deja todo predispuesto para una de aniversario, la de 2021, la X Carrera de las Murallas de Cuéllar, que ya ansían todos los atletas. que han disfrutado de esta prueba.
Fuente: eladelantado.com
Texto y fotos: Chantal Núñez