Francisco Alonso Ares bate el record en la categoría de 10 kilómetros con 32’49” y Diana del Ser vence en la categoría femenina, en una prueba llena de atletas locales
La carrera solidaria recaudó 942 euros para la causa, colaborar con la AECC y superar esta edición volviendo a llenar Cuéllar de deporte.
El día amaneció espléndido en Cuéllar, y eso lo notaron los corredores y la villa en general, que se llenó de gente en sus calles para animar. En los últimos años, el frío y la lluvia protagonizaron la carrera, pero esta vez un sol radiante marcó la jornada más deportiva de la localidad en todo el año. Desde primera hora, la organización del Club Atletismo Cuéllar se puso a trabajar para dar dorsales, colocar los puestos de avituallamiento y dirigir a sus voluntarios en cada cruce del recorrido.
Desde una hora antes, la Plaza de La Soledad se fue llenando de atletas de toda clase: familias, parejas, grupos de amigos, profesionales, aficionados y, sobre todo, gente que quería apoyar esta iniciativa en la villa, que ya alcanza su VIII edición. A las 11, y después de un minuto de silencio en recuerdo de un miembro del club cuellarano, se dio la salida de 5 y 10 kilómetros. Si algo caracterizó esta edición, fue la rapidez; los corredores de 5.000 metros acabaron el recorrido en menos de veinte minutos, de hecho, el primer clasificado lo hizo en 17’ 04”, Hugo Tardón Bragado. El buen tiempo favoreció la carrera, pero nada le resta dureza, como así lo acusan los que la realizan. La bajada hasta el pabellón polideportivo siempre se hace fácil, pero ahí comienza una tremenda subida que casi se extiende dos kilómetros hasta el Castillo, cruzando por el Parque de la Huerta del Duque y subiendo hasta el monumento por el Camino de Las Lomas. Este tramo, cuesta arriba, es el más exigente para los corredores, aunque el recorrido da algo de tregua después, en la bajada por la calle Cuevas hasta la zona de la sala cultural Alfonsa de la Torre. La subida de la calle Colegio hasta el Mercado del Pan vuelve a poner alerta a los corredores, que se dejan llevar por la Plaza Mayor hasta la calle Ávila, para dar lo que quede de ellos en la subida por la calle Resina y por Las Parras. El último esfuerzo en la Avenida de Los Toros deja instantáneas de verdadera lucha de algunos corredores, aunque otros, los más preparados, son capaces hasta de llegar sonriendo.
El nivel en esta edición fue muy notable y las marcas registradas así lo constatan. El primero en 10 kilómetros, Francisco Alonso Ares, realizó la carrera en 32’49”, batiendo el récord del año pasado, que sobrepasó los 33 minutos. El primer local fue Javier González Velasco, que completó el recorrido en 37 minutos. La primera mujer en cruzar la línea de meta en la prueba de 10 kilómetros fue Diana del Ser, la atleta de Vallelado que suele pisar territorio cuellarano para llevarse un título, y que muestra unas facultades cada año mejores.
En 5.000 metros, el ya mencionado Hugo Tardón conquistó el primer puesto, seguido de Alfonso Izquierdo, en 17’25”.La cuellarana María del Carmen Riesgo se llevó el primer puesto femenino del pódium.
SATISFACCIÓN DEL CLUB Félix González y todos los miembros del club pusieron de manifiesto a cada momento la gran satisfacción de alcanzar esta VIII edición viendo que los errores de otras carreras se subsanan con éxito. Todo es más fácil ahora que van ocho ediciones, aunque el esfuerzo es ímprobo en una prueba en la que se implican cientos de personas. Más de 600 corredores entre todas las categorías necesitan una logística en la que nada puede fallar, y Félix agradece la gran colaboración de los voluntarios, que este año han sido muchos, y sin los que sería imposible organizar nada; “eso crea una seguridad al atleta, al tráfico y a todo el pueblo”, reconoció el presidente del club.El balance ha sido muy positivo porque sus esperanzas de cubrir plazas no eran muchas dado el calendario de carreras por la zona, con una media maratón en Palencia que, sin duda, restó corredores, como explicó Félix. “Aún así, no esperábamos tanto nivel y hemos vuelto a superar el tiempo de la prueba, así que estamos totalmente satisfechos, señaló. La animación fue muy notable, y seguro que fue cosa del sol, pero esos aplausos en las zonas más duras, son muy valiosos. El presidente reconoce esta cita como una verdadera fiesta del deporte, un día “que pasar en familia, disfrutando de la gastronomía de Cuéllar y los menús del corredor, y con posibilidad de hacer algo turístico con el pase a las murallas incluido con la inscripción”.
Destacado por el público y por la organización es el papel de las categorías menores. Cada año aumentan más y el público espera ansiosas las carreras de los más pequeños, un verdadero espectáculo. Félix reconoce que llegan “empujando fuerte y cada vez con más inquietudes de correr, y eso nos encanta”; ansiosos de salir antes de que ha terminado la carrera anterior, el presidente solo pide que esto continúe así, hacia adelante. Otra de las características más notables de esta carrera ha sido el buen papel de los atletas de la comarca pero, sin duda, de los locales. El mayor apoyo y participación está siendo local en los últimos años, y aunque haya otras procedencias, la gente de Cuéllar se vuelca con la carrera popular de la villa. “Siempre viene bien y queremos que venga gente de fuera a correr, pero el apoyo local nos llena; eso de no correr en todo el año y correr las murallas, con este desnivel y dureza… un aplauso por ellos”.
Llena de orgullo por el trabajo bien hecho, la organización entregó los premios en el templete de los paseos ante el público que no perdió detalle. La mirada está puesta en 2020 y en seguir creciendo, marcarse nuevos retos y metas que paso a paso se van alcanzando gracias a todos.
ORGANIZAR CON ESFUERZO Por las fotografías y para los espectadores, se sabe que los corredores realizan un esfuerzo impetuoso en esta carrera tan dura y a la vez tan satisfactoria. Pero detrás de su sudor está el de la organización del Club Atletismo Cuéllar, que lleva meses trabajando para convertir esta carrera consolidada en una cita solidaria este 2019, para que la bolsa del corredor sea del agrado y la utilidad de todos, para que el corredor forastero se sienta como en casa y para que todos quieran volver. El club y los voluntarios culminan su trabajo hoy, con la mirada puesta ya en 2020 y en introducir alguna novedad, ya sea en cuanto premios o cualquier aspecto que se pueda mejorar. Después de una jornada de deporte, queda el buen sabor de boca de la organización, que no deja de trabajar para que esta carrera sea referente.
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Fuente: eladelantado.com
Texto y foto: Chantal Núñez